La empresa desarrollará una terminal marítima para almacenar y procesar etano en Veracruz
La Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) aprobó la solicitud de la empresa Braskem Idesa para la construcción de una terminal marítima de etano en Veracruz, en la que invertirá 50 millones de dólares.
La Terminal Marítima de Etano Coatzacoalcos/Nanchital R2 tendrá el objetivo de almacenar etano importado desde Estados Unidos para el abastecimiento de la planta de Braskem Idesa en la región.
El proyecto consiste en la instalación de una unidad flotante de almacenamiento y regasificación frente a las costas de Coatzacoalcos y un ducto marino y terrestre, de aproximadamente 25 kilómetros, para transportar el hidrocarburo hasta la planta en tierra.
La construcción y operación de la planta, que fue condicionada al cumplimiento de medidas de mitigación de impactos ambientales, se aprobó a unos meses de que Braskem Idesa y Pemex pactaron un nuevo acuerdo de abasto de gas etano que significó ahorros para la petrolera nacional por 13 mil 749 millones de pesos.
En diciembre del año pasado, el Centro Nacional de Control del Gas Natural (Cenagas) suspendió el suministro de gas natural a la planta Etileno XXI de Braskem Idesa, argumentando el fin del contrato que, dijeron, ya no se iba a renovar. La suspensión ocurrió en medio de las negociaciones entre la empresa y Pemex de un contrato firmado en el sexenio de Felipe Calderón al que el presidente Andrés Manuel López Obrador calificó de “leonino”, al señalar que la firma de origen brasileño había resultado favorecida.
Entre los cambios al contrato, destaca que Braskem Idesa debe pagar 100 por ciento del precio de referencia internacional del gas etano, cuando sólo pagaba 70 por ciento, además de que se hará cargo de los costos del transporte del energético, un gasto que era absorbido por Pemex, y se suprimió una cláusula en la que la empresa productiva del Estado tendría que haber pagado cinco mil 200 millones de dólares en caso terminación anticipada del contrato.
La empresa privada es filial en México de la petroquímica Braskem, compañía perteneciente a la constructora brasileña Odebrecht, empresa señalada por el mayor caso de corrupción en América Latina, con sobornos a altos funcionarios de una decena de países, incluido México.
En diciembre de 2016, tras darse a conocer el caso de corrupción, representantes de la constructora brasileña confesaron al Departamento de Justicia de Estados Unidos haber pagado 10.5 millones de dólares en sobornos a altos funcionarios de Pemex para ganar contratos de obras.
El caso derivó en la aprehensión en España y extradición del exdirector de la petrolera, Emilio Lozoya, quien se encuentra detenido en México desde julio del año pasado.
Una investigación del Congreso de Brasil aseguró que el dinero que Lozoya presuntamente recibió de Odebrecht durante la campaña presidencial de Enrique Peña Nieto, procedía de su filial petroquímica Braskem, que entonces construía la planta Etileno XXI en Veracruz.
Los señalamientos, tanto de organismos internacionales como del actual Presidente de México, no han impedido que la empresa continúe con sus negocios en el país.
Braskem Idesa justificó la necesidad de la nueva terminal marítima, debido a la alta demanda de etano y la caída en la producción a nivel nacional.
“La alta demanda de gas etano para la producción de diferentes polímeros en México, y la baja producción del mismo dentro del país, han orillado a las empresas a tener que importar el hidrocarburo. Por tal motivo, es necesario contar con la infraestructura adecuada que permita recibir embarcaciones de gran envergadura”, señala el proyecto.
La obra se sumará a la Terminal de Etano Coatzacoalcos-Nanchital R1, que la empresa construye en tierra con una inversión de 150 millones de dólares.
La Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales dijo en la aprobación de la MIA-R que “identificó que conforme a la información aportada por la promovente (Braskem Idesa), el desarrollo de las obras y actividades que conforman el proyecto son congruentes con el Programa de Ordenamiento Ecológico Regional de la Cuenca Baja del Río Coatzacoalcos”.
Fuente: El Sol de México