En su Programa Nacional Ferroviario 2022, la dependencia lista seis obras ya en marcha, que incluyen el tren Interurbano México-Toluca, el Tren Maya y la ampliación del Tren Suburbano al AIFA; cuatro que están por iniciar y cinco que están en estudio.
Con la certeza de que el ferrocarril de carga debe ser la columna vertebral logística del país y que los trenes de pasajeros deben volver a operar, la Secretaría de Infraestructura, Comunicaciones y Transportes (SICT) informó que son seis las obras y proyectos relacionados que están en marcha, cuatro están por comenzar, en tanto que cinco más están en estudio.
Las 15 obras en su conjunto implicarán de una inversión público-privada sin precedente de 672,000 millones de pesos, la cual sumarán 4,413 km en la red ferroviaria nacional. Solo los seis proyectos en marcha representan 56% de la inversión.
Los trabajos por realizar incluyen: construcción de nuevas vías, rehabilitación y modernización de vías (en algunas de carga se pretende agregar servicio de pasajeros) y el fortalecimiento de la logística a través de una mayor conectividad.
La conclusión del tren interurbano México-Toluca, el Tren Maya, la ampliación del tren suburbano de la estación Lechería al Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles (AIFA), la rehabilitación del Ferrocarril del Istmo de Tehuantepec (y líneas que lo conectan) y los libramientos de Celaya y Monterrey son proyectos en proceso, otros están por iniciar y en el apartado de estudios de preinversión se encuentran, por ejemplo: el tren Monterrey-San Antonio y el México-Querétaro-León.
Contrario a lo que sucedía en años anteriores, donde la SICT tenía el control de todos los proyectos ferroviarios en México, durante el gobierno de la 4T se optó por encargar al Fondo Nacional de Fomento al Turismo (Fonatur) el Tren Maya, las obras del corredor del Istmo a la Secretaría de Marina y los trenes de pasajeros a algunos estados.
Incluso ingenieros militares construyeron la estación terminal del tren suburbano y un tramo de la vía que sale del aeropuerto de Santa Lucia, Estado de México.
Tras el reparto de nuevas responsabilidades en el ámbito ferroviario, como un pilar del progreso económico del país, la dependencia (a través de la Subsecretaría de Infraestructura) únicamente ofrece su opinión técnica en la mayoría de los proyectos y en dos tiene injerencia directa.
En el programa de trabajo de la SICT correspondiente al 2022 se detalla que se le destinó un presupuesto de 2,657 millones de pesos, de los cuales 1,000 millones de pesos son para continuar con el tren México-Toluca y el resto para la ampliación del tren que llegará al nuevo aeropuerto.
La CMIC quiere participar
En las obras ferroviarias que están en marcha hay presencia de grandes empresas, nacionales e internacionales, como ICA, Operadora CICSA, Mota Engil, Construcciones Aldesem, GAMI, China Communications Construction Company, la Peninsular Compañía Constructora o OHLA y su subsidiaria Constructora de Proyectos Viales de México, hay interés de que también se genere beneficio entre las pymes.
El pasado primero de junio, el presidente de la Cámara Mexicana de la Industria de la Construcción (CMIC), Francisco Solares, invitó a sus instalaciones al titular de la Dirección General de Desarrollo Ferroviario y Multimodal de la SICT, Manuel Gómez, para conocer de viva voz de los proyectos. Al empresario le llamó la atención la diversidad de dependencias que desarrollan trenes actualmente.
En el encuentro también se firmó un convenio de colaboración con el que se buscará compartir información de las obras y ver la posibilidad de que se considere la experiencia de sus afiliados, toda vez que la falta de inversión pública tiene a los empresarios del sector en un momento complicado.
Por su parte, el presidente de TMSourcing y presidente del consejo de Ameriko Railways, Infrastructure and Real Estate Adolfo González, quien está impulsando desde el sector privado el tren México-Querétaro-León, manifestó su satisfacción por el nuevo impulso al sector ferroviario.
“Los trenes de pasajeros en México hoy tienen la oportunidad de usar derechos de vía no utilizados, adquiridos el siglo pasado, y más de 26,000 km de vías que hoy son propiedad del gobierno federal usando tecnología del siglo XXI. Si se usan los modelos adecuados de captación de plusvalías el beneficio para los mexicanos del uso de trenes mejorará directamente la calidad de vida y servicios de las comunidades”, señaló.
Proyectos ferroviarios en estudio:
- Ramos Arizpe-Derramadero (Coahuila), de inversión privada, con una longitud de 54 km y un costo estimado de 10,000 mdp.
- Monterrey-San Antonio (Nuevo León, Texas, EU), de inversión privada, un trazo de 480 km y un costo estimado de 60,000 mdp.
- México-Querétaro-León (CDMX, Querétaro, Guanajuato), de inversión privada, un trazo de 420 km y un costo estimado de 44,000 mdp.
- Durango-Mazatlán (Durango, Sinaloa), de inversión privada, un trazo de 360 km y un costo estimado de 100,000 mdp.
- Guadalajara-Aguascalientes (Jalisco, Aguascaliente), de inversión privada, un trazo de 260 km y un costo estimado de 20,000 mdp.
Fuente: El Economista